DOS POEMAS DE SYLVIA PLATH
Sylvia Plath nace en Boston, en 1932.Hija de Otto Plath – profesor de Zoología y alemán en la Universidad de Boston – y de Aurelia Plath, ama de casa educada y culta.
Con posterioridad a Sylvia, nace su hermano Warren.
Otto era un inmigrante alemán que escribía artículos escolares sobre arácnidos e insectos ( se conoce también un libro: “Bumblebee on their Way”) mientras Aurelia, hija de inmigrantes austriacos, se encargaba de proveer de un ambiente intelectualmente enriquecedor a Sylvia y Warren con quienes siempre se mostró ambiciosa.
Con posterioridad a la muerte de Otto en 1940 ( Muerte debida a una gangrena ocasionada por una diabetes no tratada), la precariedad económica de la familia comenzó a notarse. Aurelia debió volver a trabajar como profesora e ingresó en la Universidad de Boston, lugar donde también diera clase Otto.
Aunque Sylvia nunca consiguió recuperarse de la pérdida de su padre, alentada por Aurelia pronto se convirtió en alumna destacada.
Al poco tiempo de graduarse en el Wellesley High School, asiste al Smith College, donde se gradúa summa cuma laude y gana una beca Fulbright para estudiar en la Universidad de Cambridge, Inglaterra; donde luego recibirá su master en Literatura Inglesa.
En 1953, a los veinte años, intenta suicidarse con una sobredosis de pastillas para dormir. A la diversificación del hecho puede encontrársela en “Poema Para un Cumpleaños” así como en la novela “Bell Jar”.
Los problemas relacionados con su disposición de ánimo bi-polar, acababan de comenzar.
En Cambridge, conoce al poeta Ted Hughes. Se casa con él al poco tiempo: “Stone Boy with Dolphin y “That Widow Maganda” son trabajos que pueden ser consultados si se desea obtener más información sobre el tema. Ambos segmentos pertenecen a las ficciones pautadas en “Johnny Panic and the Bible of Dreams”, también de Sylvia.
La pareja regresa a Boston y al tomar una clase de escritos creativos con Robert Lowell, Sylvia conoce a Ann Sexton.
Según se especula, Sylvia se suicida en 1963 debido al efecto ocasionado por su separación de Ted Hughes
Para otro momento queda el echar una mirada al entorno, a las razones por las cuales se la reivindica como una “avant la lettre” del feminismo americano.
Como ésta razón tiende a presentarla como ejemplo de la victimización de la mujer, de la rebelión y de la rabia de la misma contra las pretensiones de un sistema nefasto, los elementos de carácter psicológicos descriptos un tramo más atrás, al parecer pusieron sobre la superficie la necesidad de buscar en su producción tanto los detalles de su victimación como distintos tipos fantasmagorías resultantes, entre otras cosas, de la presión ejercida por Ted Hughes sobre Sylvia.
Si a semejante cuadro de situación se le añade la información que señala sus estudios de Sigmund Freud y James Frazer, encontraremos que el panorama se enrarece debido a la posición tomada por los lectores de Plath en lo atinente a sentar posición con respecto a la que fuera su vida matrimonial.
Aquí los sonidos del hacha al golpear la madera, huyen del sitio donde se produce la tala. Quienes propician la huida son los ecos, pues poseen la virtud de viajar y convertirse en caballos.
Así como la fuerza de la savia que viaja en el interior del árbol, se asemeja a la de los caballos; la relación de estos con la potencia del agua que cubre la roca buscando re-establecer el espejo que la protege , sería una prueba más del gusto de Sylvia Plath por tal tipo de recreación.
Pero dejemos que hable ella :
“oh, satisfacción ! No pienso si podría vivir
sin ella. Es como agua o pan, o algo absolutamente
esencial para mi. Me encuentro absolutamente colmada
cuando he escrito un poema, cuando yo lo escribí.
Cuando escribís uno, entonces dejas atrás rápidamente
contar con ser poeta para pasar a transformarte en uno.
Creo que la actual experiencia de escribir un poema es
magnífica.
Pienso que mis poemas surgen inmediatamente
de la experiencia sensitiva y emocional que tengo.
Creo que uno es capaz de manipular y controlar
la experiencia, aun la más terrorífica como la locura,
ser torturado, etc; esto hace que uno se plantee manipular
esa experiencia con mentalidad inteligente , informada.
Siento que la poesía es una disciplina tiránica; vas tan lejos,
tan rápido, que en un espacio reducido tenes que desviarte
a toda la periferia.
Muchas veces prefiero doctores, abogados o cualquier
otra cosa a los escritores. Creo que escritores y artistas son
personas extremadamente narcisistas”
* * ** * ** *
Words
Axes after whose stroke the wood rings,
And the echoes!
Echoes travelling
Off from the centre like horses.
The sap
Wells like tears, like the
Water striving
To re-establish its mirror
Over the rock
That drops and turns,
A white skull,
Eaten by weedy greens.
Years later I
Encounter them on the road.
Words dry and riderless,
The indefatigable hoof-taps.
While
From the bottom of the pool, fixed stars
Govern a life.
PALABRAS
Hachas después de cuyos golpes los sonidos del bosque
Y los ecos!
Ecos viajando
Lejos del centro como caballos.
La savia
Derramándose como lágrimas, como el
Agua al esforzarse
Por re- establecer su espejo
Sobre la roca.
La que chorrea y cambia
Su calavera blanca,
Comida por las verdes cizañas.
Años después
Las encontré en el camino.
Palabras secas y sin jinetes
De infatigables y ligeros-cascos
Cuando
Desde el fondo del estanque, las fijas estrellas
Gobiernan una vida.
(Versión de Raúl Racedo)
Poppies In July
Little poppies, little hell flames,
Do you do no harm?
You flicker. I cannot touch you.
I put my hands among the flames. Nothing burns
And it exhausts me to watch you
Flickering like that, wrinkly and clear red, like the skin of a mouth.
Like a mouth
A mouth just bloodied.
Little bloodi skirt !
There are fumes I cannot touch.
Where are your opiates, your nauseous capsules?
If I could bleed, or sleep!
If my mouth could marry a hurt like that!
Or your liquors seep to me, in this glass capsule,
Dulling and stilling.
But colorless. Colorless.
* * ** * ** * *
AMAPOLAS EN JULIO
Pequeñas amapolas, pequeñas flamas del infierno
¿No están heridas?
Están vacilantes. No puedo tocarlas.
Puse mis manos en medio de las flamas. De ningún modo quemaron.
Y esto me dejo exhausta para vigilarlas.
Vacilando como aquellas–arrugada y rojo clara–como la piel de una boca.
Como una boca
Una boca ensangrentada.
¡Pequeña pollera sangrienta!
Ahí esta el vapor que no puedo tocar.
¿Dónde están tus opiáceos, tus nauseosas cápsulas?
¡Si pudiese sangrar o dormir ¡
Si mi boca pudiese casarse con una herida como esta.
O con tus licores escurriéndose hacia mí, en esta cápsula de vidrio
Apagada y silenciosa
Pero descolorida. Descolorida.
(Versión de Raúl Racedo)
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